El pasado mes de noviembre, el icónico Castillo Serrallés en Ponce se transformó en el escenario de una celebración íntima y cargada de emociones: la micro boda de Ashley y Norman.

Este evento no solo destacó por su elegancia y sencillez, sino también por la incorporación de elementos profundamente personales que reflejaban la esencia de la pareja y su conexión con la Perla del Sur.

Fotografía de Bodas en Castillo Serrallés, Ponce

Ashley y Norman conectaron conmigo bien temprano en su planificación, cuando no tenían todavía la visión final de su evento.

Hablamos de muchas potenciales ideas sobre bodas en Ponce y de como la fotografía de su boda sencilla podría llevarse a cabo. Algo que estuvo muy claro desde el principio es que la boda sería en Ponce, la Perla del Sur.

Me encantó cuando me informaron que su boda íntima se llevaría a cabo en los jardines del Castillo Serrallés, en el cual había tenido el inmenso placer de trabajar con algunas de mis parejas más encantadoras. Me encantaron los elementos de diseño, aunque sencilla y pequeña, no dejo de ser súper hermosa, y definitivamente pura inspiración fotográfica.

Preparación en Ponce Plaza Hotel

Mi día con los novios comenzó en el Hotel Ponce Plaza, en la habitación de Ashley. Retratando sus detalles, pude ver su creatividad y cariño a través de un detalle único: un pañuelo bordado para Norman, decorado con recuerditos personalizados.

Otro detalle que me encantó fue que la mascota de la pareja, quien no podría asistir físicamente, tuvo su lugar en la celebración como un recorte en tamaño real, que luego se convertiría en el centro de mesa más majestuoso, generando sonrisas entre los invitados.

Una Boda Sencilla Libre de Estrés y Llena de Serenidad

Desde las primeras horas del día, el ambiente estuvo lleno de calma y alegría. Tanto Ashley como Norman irradiaban tranquilidad, una vibra que contagió a todos los presentes.

Luego de las fotos individuales de los novios, incorporamos a sus familiares más cercanos, y finalmente, su sesión first look en los balcones del Ponce Plaza. Luego nos movimos al Castillo Serrallés, donde sería el evento principal.

Sin prisas ni tensiones, los momentos fluyeron con naturalidad, permitiendo que cada detalle se viviera plenamente. Incluso el clima cooperó, ofreciendo un día ligeramente nublado y fresco, algo inusual pero bienvenido en Ponce.

Orgullo Ponceño Reflejado en Cada Detalle

El Castillo Serrallés, con su arquitectura majestuosa y vistas espectaculares, añadió un toque de orgullo cultural a la ceremonia. El ministro que ofició el evento incorporó referencias a la rica cultura de Ponce, un elemento que resonó profundamente con Ashley y Norman. Este icónico lugar, que también es un museo conocido como Museo Castillo Serrallés, ofreció el telón perfecto para una celebración íntima y con significado.

El espíritu alegre y divertido de la pareja se reflejó en cada momento de la celebración. Entre los momentos destacados, el juego de STOP, un clásico en las reuniones familiares boricuas, hizo reír a todos los asistentes.

Ashley y Norman caminaron de la mano por los jardines del Castillo Serrallés, rodeados de sus seres queridos, creando recuerdos inolvidables. La sencillez de su boda, combinada con el encanto del lugar y los detalles personalizados, convirtió este día en una experiencia única y significativa.

Gracias por hacerme parte.

xo,

Cami