La unión de Camille y Rubén en la majestuosa Hacienda Ilusión, situada en la falda del Yunque en Naguabo, no fue menos que un cuento de hadas hecho realidad. Fue un día especial, cargado de emociones, risas y momentos inolvidables.

Desde los preparativos en el Wyndham Palmas del Mar hasta la emotiva ceremonia y la vibrante recepción, cada instante fue un testimonio del amor profundo y genuino entre Camille y Rubén.

Preparación de Boda en Wyndham Palmas del Mar

La jornada comenzó bajo el cálido sol de mediodía, con Rubén y Camille preparándose en el Wyndham Palmas del Mar. El ambiente era súper relax en la habitación de mi hermosa tocaya Camille, mientras que había mucha algarabía y energía en el cuarto de Rubén.

Durante la preparación de nuestro itinerario, habíamos notado que la ceremonia ocurriría súper temprano para ese día, lo cual nos resultaría en un reto controlando la luz y la temperatura durante las fotos antes de la ceremonia.

Sin embargo, justo cuando tocaba su first look,  una nube muy amigable se incluyó en nuestra celebración funcionando de difusor perfecto para la luz de mediodía, dándonos un momento lleno de ternura y anticipación.

Ceremonia en la iglesia de Naguabo

Posteriormente, nos dirigimos hacia la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Naguabo, donde se llevó a cabo una ceremonia conmovedora que unió a dos almas en amor y compromiso.

Normalmente después de casados, hacemos las fotos formales de la familia en la misma iglesia, dado a que logísticamente es el momento más rápido y resguardado para lograr todas las fotos efectivamente.

No obstante, una petición que tenía Camille era esperar a llegar a su wedding venue, la mágica Hacienda Ilusión para sus fotos familiares. En esta ocasión, como la ceremonia ocurrió temprano, era posible llegar con suficiente tiempo a la hacienda para lograr las fotos familiares, y las de pareja, antes de que cayera el sol. Y, ¡valió la pena!

Fotos de Boda en Hacienda Ilusión

La Hacienda Ilusión, con su encanto rústico y elegante, sirvió de telón de fondo para las fotos restantes y la recepción.

Allí comenzamos con los recién casados, primero en el segundo nivel, y luego en el majestuoso patio. Una vez logramos un hermoso set de fotos, subimos al espacio de coctel, en donde hicimos todas las fotos familiares con una hermosa vista a nuestra selva lluviosa, el Yunque.

Cada detalle, desde la decoración hasta las risas compartidas entre amigos y familia, reflejaba la personalidad única y la alegría de la pareja. Fue un honor capturar la esencia de su amor en fotografías que, estoy seguro, atesorarán por siempre.

Rubén y Camille, con su manera de ser tiernos, divertidos y pícaros, demostraron que el amor verdadero reside en la complicidad y el respeto mutuo. Su boda no fue solo la celebración de su unión, sino también un reflejo de su esencia como pareja, dejando en claro que cada día juntos será una aventura tan hermosa como la de su boda.

Les deseo toda la felicidad del mundo en esta nueva etapa de su vida. Que el amor que se tienen siga creciendo con cada día que pase y que cada nuevo amanecer les traiga más razones para sonreír y soñar juntos. Gracias, Camille y Rubén, por permitirme ser parte de su historia de amor. ¡Felicidades!

xo,

Cami