Después de atenderme en la clínica quiropráctica de Thais por un año, y tenerla junto a Julio frente al lente para su encantadora sesión Love Story en Viejo San Juan y La Perla, estaba súper emocionada y ready para capturar su día de bodas. Sabía que sería un evento muy bello, fotogénico, y lo más importante: con dos clientes sumamente encantadores y genuinos.

Thais y Julio me contrataron para un full-day coverage, el cual tengo que admitir, casi nunca trabajo, pues usualmente una boda es suficiente cubrirlo con siete a ocho horas. Pero luego de hablar de todos los planes y sueños para ese gran día, ya sabíamos que su boda no era una normal, y que la fiesta sería por todo lo alto. Así que varios días antes me di un buen ajuste en su clínica, ¡y allá fuimos!

El día comenzó en la residencia de Thais, en donde estaban ella, sus padres, las damas, floristas, ¡todo el mundo! Iba de un lado a otro capturando fotografías espontáneas, retratos grupales, accesorios y detalles. Cuando Thais estaba lista, hicimos sus fotos de novia, ¡hermosa! Una hora antes de la ceremonia, salimos a la parroquia, en donde nos esperaba Julio para sus retratos.

Fotografía de Bodas en Parroquia Stella Maris en Condado

Al llegar a la iglesia, me encontré con Julio, ¡quien estaba ready para casarse! En lo que esperábamos por Thais, le hice unas cuantas fotos dentro de la iglesia, en las cuales no pudo faltar una que otra foto graciosa que reflejase su personalidad. Llegó Thais, y comenzó la boda, con una hermosa, sublime y romántica ceremonia.

En nuestros planes estaba seguir luego de la ceremonia para las calles de Viejo San Juan, pero decidimos llegar directo al Antiguo Casino, ¡y no puedo estar más contenta de esa decisión!

Boda de Lujo en Antiguo Casino de Puerto Rico

En el Antiguo Casino, subí a la recepción rápidamente para capturar las fotos de la decoración antes de que los novios llegaran, así que pude estar allá arriba cuando Thais y Julio entraron y vieron lo hermoso que había quedado todo: se abrazaron por lo que pareció una eternidad, contentos y agradecidos de que ese momento tan soñado había llegado finalmente. Luego de un rato de relajación, hicimos una hermosa sesión alrededor del salón: las paredes blancas, con la hermosa decoración dorada, blanca y acentos de vegetación verde,  fue el lienzo perfecto para esta fotogénica pareja.

Luego subieron los familiares, comenzó el protocolo, y estuvimos de fiesta toda la noche. Hubo orquesta, mariachis, pleneros, y afortunadamente un coffee bar para que las energías no faltaran. Fue una noche brutal, y aunque los pies dolían, al final no nos queríamos ir.

Un brindis por los nuevos esposos, y porque el resto de sus vidas juntos sea tan épicas como el día de su boda.

xo,

Cami