Luego de nuestra aventura y papelón asociado a su sesión Love Story en La Parguera, había quedado in love con Nickol y Steven como clientes, pareja y como seres humanos. Esperaba con ansias su día de bodas, pero jamás pensé que sería tan hermoso. Los novios habían quedado enamorados con el concepto de hacer su boda en Hotel Villa Herencia, y aunque había visitado el hotel en múltiples ocasiones, no me imaginaba como sería una boda allí.

Micro wedding en Hotel Villa Herencia

Mi día con Nickol y Steven comenzó en el segundo nivel del hotel Villa Herencia, en donde los novios se preparaban en habitaciones separadas. Lo primero que vi a mi llegada fue lo hermosa que estaba quedando la decoración, aprovechando que el espacio estaba vacío, le hice un primer set de fotos. La decoración era un look botánico con floristería blanca, y adentos azules y dorados, que complementaban hermosamente la losa criolla en el rooftop del hotel.

Tras derretirme con la decoración, pasé al cuarto de Nickol en donde estaba ella, ready y hermosa para las fotos su arreglo final. Abuelita la ayudó a vestir, mientras yo fotografiaba los detalles y accesorios. En su bouquet de flores, también en blanco y verde, había unos broches en homenaje a quienes no pudieron estar físicamente con nosotros en ese tan hermoso día.

Nickol estaba radiante con un vestido con capa que la hacía ver como toda una reina. ¡Amé su look!

Mientras, un eléctrico y ocupado Steven estaba subiendo y bajando en el local, ya que tenía a cargo ciertas gestiones del evento. Lo interrumpí un momentito para hacerle sus fotos de preparación y retratos antes de la ceremonia.

Ceremonia en balcón interior de Viejo San Juan

La ceremonia de Nickol y Steven ocurrió en el balcón interior del hotel Villa Herencia. Los novios se encontraron brevemente en el puentecito del segundo piso para calmar los nervios, antes de bajar para el desfile. La ceremonia fue tierna, romántica, y bastante breve, tras lo cual subimos al segundo piso. Nickol y Steven se disfrutaron el salón un ratito, tras lo cual bajamos a explorar las calles de Viejo San Juan para sus fotos de recién casados.

La noche terminó con una ligera llovizna, que refrescó el calor de la tarde, e hizo que las fotos del primer baile y protocolo se vieran más brillositas.

¡Que mucho me disfruté este día!

xo,

Cami