Hola, mi nombre es Camille y llevo toda la mañana borrando este intro porque no puedo elegir *una* sola línea para explicarles lo mucho que amé la boda de los encantadores Francheska y Francisco. Así que nada, ¡la amé!

Franche y Fran se conocieron en mi alma máter, el Colegio de Mayagüez, en donde comenzaron una relación de buenos amigos, hasta que de pronto Francheska descubrió que sus sentimientos hacia Fran habían cambiado. Como la mujer valiente y fuerte que es, se dedicó a conquistarlo, ¡y aquí estamos!

Como Nos Conocimos

Desde el inicio de nuestra relación fotógrafa-novios, siempre me resultaron tan amigables y simpáticos. Nunca olvidaré su primer e-mail, mes y medio después del huracán María, cuando acá en Puerto Rico todavía estábamos recuperándonos de todo, Francheska me escribió un cálido mensaje contándome como hace muchos años seguía mi trabajo, como fue a la boda de Brigitte y Julian y quedó encantada con mi trabajo, y lo más cool: que Francisco, su novio, la acababa de comprometer en un viaje a Japón, y lo primero que ella le mencionó es que yo tenía que ser la fotógrafa. Recuerdo que, para aquel tiempo todavía no se recibían muchos e-mails para bodas (a mi ni me había llegado la luz), y me sentaba frecuentemente a leer y releer ese mensaje con mucha alegría y esperanza: alguien estaba de viaje en Japón, ¡pensando en mi! Jajaja

Reunión Informal con el Equipo de Fotografía y Vídeo de Bodas

Fast-forward año y medio, y allí estábamos: en la semana de la boda. Franche y Fran decidieron que querían conocerme a mi y a Zuriel de Zurafilm, así que nos inventamos un jangueo en La Factoría unos días antes de la boda. Fue una experiencia excelente, confirmé que son los novios más chulos, pudimos reírnos y disfrutar compartiendo ocurrencias e historias, hablamos de sus sueños e ilusiones relacionadas al día de bodas y a esta nueva vida juntos, y pudimos trazar un plan de acción en cuanto a fotos y vídeo. ¡Salimos de allí súper listos para la boda!

Preparación de los Novios en Hotel Villa Herencia

Francisco y Francheska se quedaron en el Hotel Villa Herencia en Viejo San Juan para su preparación. Hasta allá llegaron también sus familiares cercanos y su séquito enorme. Me encantaron, no solo los looks de los novios, sino también el de sus séquitos, con una vestimenta de etiqueta formal a la cual por hacer muchas bodas de exterior, no estoy acostumbrada: ¡se veían bellos! Luego de todas esas fotos partimos hacia nuestra segunda parada, la ceremonia.

Ceremonia en Parroquia San Jorge y Fotos en Viejo San Juan

Era mi primera vez en una ceremonia en la parroquia San Jorge. La ceremonia fue hermosa, Francheska y Francisco no se podían contener la alegría, estuvieron todo el rato compartiendo carcajadas tímidas, y miradas de complicidad. La hermosa relación y la profunda amistad que tienen es tangible en cada instante.

Culminada la ceremonia, hicimos retratos grupales con la familia y el séquito en el altar, y luego nos montamos en el carro antiguo para salir en dirección a Viejo San Juan, en donde hicimos la más hermosa sesión de fotos de recién casados EVER. Zuriel y Yo estábamos muy emocionados, pero de pronto comencé a sospechar que la coordinadora Krizia nos estaría extrañando, así que nos fuimos de camino a Casa de España, nuestro destino final para esa noche, en donde sería la recepción.

Recepción de Bodas en Casa de España

Al llegar a Casa de España, nos esperaba el séquito afuera para un último set de fotos con el Carro Antiguo antes de que se fuera. Mientras los invitados disfrutaban del coctel, subí al salón de los espejos a fotografiar la clásica decoración en blancos y dorados. Francisco y Franche son ávidos viajeros, así que su boda tubo un theme sutil de viaje: las mesas estaban nombradas por destinos en los que han viajado, y los invitados podían encontrar su mesa y su destino en una pizarra similar a las que se encuentran en un aeropuerto.

Si hay algo que ya sabía de Franche y Fran, es que son embelequeros y les encanta el party. Así que tenían una coreografía súper cool planificada para sus invitados al entrar al salón, gafas y toda la cosa. Luego de ahí comenzó el protocolo, con unos brindis muy hermosos en donde pudimos ver cuan amada es la pareja por sus seres queridos. Luego inmediatamente comenzó la fiesta y wow, tremendo party.

Mi deseo para los recién casados, es que vivan cada uno de sus días de su matrimonio con la misma intensidad y alegría que el primero. Pero no me preocupo mucho, porque sé que ése es el plan.

xo,

Cami